Por Javier Hernández
En un video de 13 minutos, difundido la semana pasada, la exalcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, se llamó “muy prudente”, que ha dejado gobernar a su sucesor, Ismael Burgueño, que está por cumplir 43 años, e hizo una arenga para que la gobernadora Pilar Ávila se ponga a trabajar y que deje de dedicarse a ‘tonterías’ como perseguirla.
La exfuncionaria dijo que la asedian con notificaciones para que se presente en Sindicatura, donde tiene que aclarar presuntas irregularidades detectada durante su administación.
Sindicatura tiene atribuciones para citar a las personas que deban responder por actividades relacionadas con su desempeño al frente de un cargo público y, en caso de detectarse presuntas anomalías, durante su comparecencia, la persona requerida debe aclarar las dudas o señalamientos detectados.
Cuando Fernando Márquez Arce era alcalde de Tijuana (1974-1977), su esposa Norma Esquivel fue llamada para que aclarara dudas sobre la recaudación de fondos en una corrida de toros que organizó a beneficio del DIF, de la que era titular. Al pedirle su opinión sobre el citatorio, dijo que para ella era un orgullo, y una obligación, aclarar cuentas. No se llamó perseguida, ni acosada. Tampoco consideró como ‘tonterías’ la fiscalización del uso de recursos públicos.
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