Desde “La Rumorosa”, gobernadora niega que haya ‘toque de queda’

Por Javier Hernández

El poblado de ‘La Rumorosa’, junto con ‘Tecate’, son zonas que se distinguen actualmente por registrar hechos delictivos que alteran la vida cotidiana de lo residentes.

Y en un acto de intrepidez aparente, la gobernadora Pilar Ávila realizó su conferencia de prensa semanal, en esa zona, en la que dijo que no hay un “toque de queda”. ¿Y qué es un toque de queda?: “es una medida extrema que se toma en situaciones excepcionales para proteger a la población y mantener el orden público, restringiendo la libertad de movimiento de las personas”.

La tentación de implantar un toque de queda, a causa de la desbordada criminalidad que viven otros municipios como Tijuana y Mexicali, no es algo nuevo. En enero del 2006, el entonces Procurador, Antonio Martínez Luna, declaraba su apoyo “a la aplicación del toque de queda”, propuesto entonces por el sector empresarial. Y le lanzó un piropo político, sin mencionarlo por su nombre, al Consejero ciudadano de entonces, Jesus Alberto Capella, “por tener el valor de manifestarse contra la inseguridad”.

Pero en 2008, siendo gobernador José Guadalupe Osuna, analizaba la posibilidad de implantar un toque de queda en Tijuana, a causa de la violencia, pero Capella, que para entonces ya firmaba como Secretario de seguridad municipal, invitó a los ciudadanos a no encerrarse en sus casas, porque en la guerra de bandas criminales, los tijuanenses no serían lastimados. Sin embargo, a los pocos días, les recomendaba que no salieran de sus hogares.

Todo lo que se propone ahora, ya se hizo y se dijo antes. Colocarle parches a la ley, para penalizar con más rigor al hampa, es negar la realidad. Si todos los violadores de la ley ya estuvieran presos y no bastara el castigo para su regeneración, habría que imponer penas más severas. Pero si apenas el 2 por ciento de los delitos que se cometen son castigados, significa que el 98 % quedan en la impunidad..