martes, 24 de junio de 2025

Arturo Geraldo, de la docilidad reporteril, emigró a la izquierda en la radio

Por Javier Hernández


Hace un mes, falleció Arturo Geraldo en La Paz, Baja California Sur. En Tijuana, ingresó al periódico ‘El Mexicano’ a fines de la década de los 60’s, como telegrafista, para ‘piratearla información de agencias de noticias que se transmitían en código Morse. Llegaba a diario a la redacción, se colocaba sus audífonos y comenzaba a escribir. Era una época en la que los periódicos contrataban telegrafistas para agenciarse recursos informativos.

En el sexenio de Luis Echeverría, Enrique Galván Ochoa logró la dirección de ese medio, propiedad del gobierno federal y despidió a toda la redacción, para contratar a reporteros foráneos. Así es como llegaron a Tijuana Luis Manuel Serrano, Juan Manuel Pereyra, Arturo González Pérez, Miguel Ángel Torres Ponce, Jaime Miranda y José de Jesús Cueva Pelayo. Algunos elementos de la redacción anterior, como Enrique Sánchez Dïaz, Nicolás Armenta (Nicarlo) y Alejandro Becerra, permanecieron unos meses.

El nuevo director abrió la puerta a estudiantes de periodismo de la universidad veracruzana, para que hicieran sus prácticas en el oficio. De ese grupo, el único que regresó fue Orlando Montes. Es en ese momento cuando le permite a Arturo Geraldo que formara parte de la redacción, pero también admitió algunos aprendices como Enrique Méndez y Marco Antonio Romero, Dos mujeres también formaron parte de esa nueva redacción, Aída Anchondo y Luz Elena Picos.

Sobre Arturo Geraldo, su trayectoria en el diarismo fue apegada al estilo y forma de cada medio. Después de ‘El Mexicano’, emigró al ‘Baja California’ y más tarde ingresó a la radio, que es donde comienza a definirse como militante de izquierda.

Acerca de Galván Ochoa, me queda la impresión de que fue quien mejor manejó ese matutino. Lo modernizó y lo sacó del primer cuadro de la ciudad, para trasladarlo al sitio donde sigue operando.

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