Por Javier Hernández
Ante las protestas de migrantes, el presidente Trump dijo ayer que su país “es destruido por la invasión y la anarquía del tercer mundo aquí en casa, como está sucediendo en California”, pero que no permitirá que eso suceda, porque esa invasión es propiciada por “una mafia viciosa y violenta y algunos de la izquierda radical”.
Por otra parte, la Secretaria de Seguridad en Estados Unidos, Kristi Noem dijo que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum es responsable porque, “salió e incitó a más protestas en Los Ángeles, y la condeno por eso. No debería estar alentando las protestas violentas que están ocurriendo".
La mandataria mexicana respondió al señalamiento, calificándolo de falso y junto su mensaje, compartió el video de unas declaraciones previas que llevaron a Noem a hacer sus comentarios y en las que Sheinbaum condena explícitamente los actos violentos y llama a la comunidad mexicana en EE.UU. a "no caer en provocaciones".
Hay otro rostro de las protestas. La alcaldesa demócrata de Los Ángeles, KarenBass, culpa directamente a Washington por el caos en su ciudad: “Esto fue provocado por D.C.” y pide detener las redadas migratorias.
Michelle Wu, alcaldesa de Boston, declaró que su gobierno defiende con firmeza a los migrantes ante las medidas de Trump: “Aquí hemos enfrentado a reyes… y también a presidentes que se creen reyes”. Y agegó, “Si vienes por uno, vienes por todos”.
Una madre que iba por sus hijos a la escuela es detenida. A gritos, pide que le permitan recogerlos, pero es subida por la fuerza a un vehículo.
En Nueva York, una turista chilena que vacacionaba en esa ciudad fue aprehendida por agentes. Mientras la subían a un vehículo, imploraba por su hija, que quedaba a mitad de la calle.
Finalmente, tres policías de California se unieron a las protestas de migrantes. Uno expresó que fue entrenado para perseguir delincuentes, no para detener a inocemtes y destruir familias,
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