Reacomodos políticos para el 2027, en Baja California

Por Javier Hernández

Es obvio que ya están en marcha los preparativos para la elección intermedia a realizarse en 2027, en la que se renovarán 16 gubernaturas, las alcaldías de esas entidades, congresos locales, regidores, diputaciones federales, además de magistrados y jueces de distrito del Poder Judicial.

Respecto a Baja California, estarán en juego la gubernatura, presidencias municipales, diputaciones locales, federales y la otra mitad del Poder Judicial.

Síntomas de esos reacomodos políticos son, la separación de Carlos Torrres de sus cargos ‘honorarios’ en el gobierno estatal, y en el de Tijuana, pero también la idílica reconciliación entre el petista Jaime Bonilla y el morenista Jesús Ruiz Uribe.

Bonilla, dueño de la franquicia del Partido del Trabajo en Baja California, sabedor de que podría perder el registro en 2027, si decide competir, como en 2024, distanciado de la coalición con Morena, está buscando alianzas para agenciarse posibles candidatos y Ruiz Uribe podría ser la pieza que necesita para competir, dentro del morenismo, pero bajo las siglas del PT.

Como dirigente partidista, primero de Morena y ahora del PT, la mayor parte de los candidatos que ha postulado, son empleados suyos, pero la mayoría han sido derrotados en las urnas y los que han ganado se han distanciado de él. Entre ellos, cuente a Marina del Pilar, Montserrat Caballero, Armando Ayala, Marco Antonio Blásquez, Marco Antonio Romero, Enrique Méndez, ‘Bibi’ Gutiérrez, Gilbert Herrera y Ramón Castorena, entre otros.

Un Ruiz Uribe le permitiría al petista Bonilla, aspirar a la alcaldía de Tijuana con un prospecto de raigambre morenista, en la coalición Morena-Verde para el 2027, a cambio de volcar su cadena de medios a favor de la 4-T.

Sin embargo, la capital electoral de Baja California es Tijuana y, después de la gubernatura, la presidencia municipal de esta ciudad sería la porción más grande de poder que estará en disputa. Será difícil que Morena la deje en manos de un partido como el PT que, de acuerdo con las encuestas, no genera votos ni siquiera para conservar su registro.